viernes, 23 de mayo de 2008

Villamiau

El lugar destinado a los gatos de la protectora se quedo algo pequeño y hubo que quitar el patio de la jaula contigüa y anexionarlo a la gatera...

y aqui esta el resultado...

Gatos de la protectora

Luna, preciosa gatita atigrada de un mes, muy cariñosa y juguetona.

sábado, 17 de mayo de 2008

Mas cantantes animalistas

Muchos grupos y cantantes de exito ponen su musica a la causa animalista, entre ellos esta Manolo Garcia, que desde siempre antes en los grupos de los que forma parte y ahora en solitario, ha mostrado su afinidad a los grupos ecologistas y protectoras de animales, parte de la recaudacion de sus conciertos e incluso de las ventas de sus cd, van destinados a muchas de estas asociaciones...

Esta canción la dedico a personas que como nosotros, pasamos nuestro tiempo de forma altruista a proteger a esta parte de nuestro mundo mas desfavorecido y aqui un pequeño homenaje a el por su aportacion a nuestra causa.

viernes, 16 de mayo de 2008

Los galgos del oeste.

Los galgos del lado oeste
(escrito por Carol, voluntario de la perrera municipal de Badalona)
CAROL
He vuelto a pasear por el bosque del lado oeste. Cuando estoy lejos de la ciudad de vez en cuando sueño con ese bosque y con Senda. A veces sueño cosas buenas, sueño que no vuelvo a ver a Senda dentro del bosque y no verla siempre es una buena señal. Otras tengo pesadillas horribles, sueño que pese a mis denuncias, el galguero del pueblo sigue ahorcando galgos, y no sólo eso, sino que además detrás de su casa hay un pozo enorme donde los tira y donde ni siquiera Senda puede ir a rescatar sus pobres almas. Los galgos como Senda siguen considerándose un material, un material que es fungible, porque no es capaz de aguantar carreras en el campo con una musculación deficiente por la alimentación a base de pan y agua y se le rompen las patas, porque pelean por este mismo mísero alimento las decenas que viven esclavizados en un sótano, porque contraen enfermedades en el útero pariendo en sótanos húmedos y sucios, porque tienen que resistir el frío y el hambre del que jamás les cobijan con una manta, sólo su piel les acaricia, y porque a veces en lugar de las caricias que buscan durante el frío invernal, reciben las palizas del galguero, con no sé yo que fin, tal vez divertirse, tal vez pagar la miseria de su propia vida, pero seguramente bueno no es. Entonces, ese material estropeado se tira, destroza de un martillazo en la cabeza, ahorca o abandona en el bosque donde los cepos les destrozan las patas o mueren de hambre o alguna otra enfermedad, y aún y así, tras esa vida horrible, estoy seguro de que en silencio, desde su horca, viendo resbalar la última gota de sangre de su cabeza partida, a quien llaman para pedir ayuda no es a la libertad, sino a su amo. Son unos esclavos tan deliciosos, tan humildes... el problema es que no todo el mundo puede llevar el calificativo de ser humano ya que éste debería ser más acto que especie. Todo avanza muy lentamente en el pueblo respecto a la concepción del galgo. Se recurre con frecuencia a una falsa doble moral. Es un pueblo, y en los pueblos hasta hace bien poco e incluso a aún ahora, la gente mataba a sus animales para alimentarse observándolos como lo que eran, material de supervivencia, además era importante el beneficio bruto y total y la poca inversión en alimento, porque realmente eran muy pobres y no podían permitirse el lujo ni la justicia para los pobres animales, de un veterinario. Quizás estos fueron los inicios de la crueldad con los animales, éstos que ahora no tienen ningún sentido ya que España está más avanzada y económicamente los pueblos y su gente están bien sustentados...Tal vez toda esta tradicionalidad esté tan enraizada, que el ciudadano, y la gente del pueblo no pueda abrir aún su mente hacia el respeto a unos seres tan vulnerables ante ellos como los animales. ... Pues en el pueblo, tal y como iba diciendo, todo esto avanza lentamente, no tengo demasiada gente con la que hablar, porque casi nadie está de acuerdo conmigo. Mi padre se ha peleado con su vecino el galguero por mi culpa, porque yo le denuncié y le cayó una multa (insignificante acción, a mi parecer para la crueldad que está cometiendo)... Mi madre, aunque no lo diga, se avergüenza de mí ..., porque le he robado un trabajo y una afición a su vecino. Como ellos, piensan la mayoría del pueblo, porque más de la mitad son cazadores y compraban los perros al galguero, incluso el alcalde compraba los más veloces para competir en Barcelona, las únicas pistas que quedan abiertas para este ejercicio. Pero ni siquiera el alcalde quiso defender al galguero ante la investigación policial, consciente, en el fondo de sus adentros, de que ese ejercicio no tenía nada de moral ni legal. ... A los 11 años, me encontré yo a Senda tirada en la cuneta de la carretera de las afueras del pueblo. Me acerqué con mucho cuidado por miedo a que me ladrara, mordiera o por precaución de estar a punto de contemplar la macabra visión de un perro muerto. Al acercarme, abrió los ojos, alzó su cabeza y movió su nariz lentamente. Quiso ponerse de pie, pero se cayó derrumbada levantando una nube de polvo. Le toqué la cabeza, cuando mi palma tocó su piel se estremeció y gritó. Me asusté y comprobé si tenía alguna herida y si le había hecho daño, pero nada parecía atormentar aquella piel llena de polvo. La incité a volverse a levantar invitándola a que jugara conmigo. Cuando miré sus patas me sorprendí y me volcó el corazón al comprobar que lo que le sucedía a la perrita es que tenía una pata colgando, las tiras de piel le bailaban y la sangre estaba ya seca y gelatinosa en el suelo como si hubieran tirado un pequeño vaso de pintura y se hubiera cuajado, y un hueso amarillo y puntiagudo salía ferozmente, anunciando su dolor y angustia. Volví corriendo a casa y no pude convencer a nadie para que me socorriera, así que rompí mi hucha y saqué todo el dinero que tenía ahorrado desde hacía dos años, llamé a un buen amigo, y entre los dos, montamos a la perra en una carretilla, la mojamos un poco con agua y caminamos 2 km. hasta llegar al veterinario de un pueblo mayor. Les contamos la historia y se conmovieron. La veterinaria nos advirtió que la pata de la galga no se podía operar ni curar y que habría que amputársela, pero nos aseguró que podría apañárselas muy bien con tres. Mi amigo y yo fuimos cada día a visitarla, la tuvieron que operar y esterilizar por una infección de útero que sufría tras haber parido una camada de cachorros tras otra y le sacaron varios perdigones de la espalda y los muslos. La llegada a casa de Senda fue apoteósica... Mi padre se sintió indignado porque su hijo se hubiera gastado un dineral en la perra rebelde e inservible del vecino, me arreó más de un tortazo que aguanté con secreta y escondida rabia y le escupí glorioso por mi victoria definitiva en la cara, que aquella perra tampoco servía para parir ya que estaba esterilizada, y aquello fue lo que realmente hizo desistir al galguero. ... Con los años me acostumbré a las escapadas de Senda, que jamás abandonó y también poco a poco el pueblo se acostumbró a su presencia, parece ser que su invalidez y simpatía hizo que se ganara a grandes y a pequeños. Cuando cumplí 20 años, encontré trabajo en la ciudad y decidí llevarme a Senda conmigo. Cuando la recogí, tenía ocho años, ya estaba mayor, y supe que poco tiempo me haría compañía en la ciudad... Le dieron 3 meses como máximo de un cáncer que se estaba extendiendo ya por todos sus órganos y que ella disimulaba con normalidad. Intenté disfrutar de cada tarde de paseo en la que los niños de la ciudad querían tocarla y los mayores saber de su historia conmovedora, nadie quedaba impasible ante el coraje de Senda y nadie ignoraba su porte y belleza. Tras años de viajes hermosos a otras ciudades, de crecer y madurar me sentí preparado para visitar de nuevo a mis padres. Cogí una semana en pleno agosto y como siempre decidí llevarme a Senda conmigo al pueblo, para visitar mis padres, aún con la mala relación que tenía con ellos. El pueblo estaba solitario, gris, polvoriento. La juventud se había ido a la ciudad como yo, y los mayores se habían quedado dentro, con su vida quejumbrosa y sus quehaceres. ... Mis padres me recibieron melancólicos ante mi ausencia de tantos años, pero ciertamente emocionados, incluso emocionados de ver a Senda... Aquella noche dormí con Senda en la habitación, tal y como lo hacía en la ciudad, convencido de que cuando me despertase Senda ya habría salido al bosque del lado oeste del pueblo, pero no fue así, aquella noche durmió a mi lado, cansada. Me pareció más vieja que nunca en la penumbra de la habitación. ... Senda no se separó de mí ni un instante del nuevo día, y tras acabar de comer, en lugar de dormir hasta anochecer, como solía hacer, me incitó a jugar con ella, y una vez seguí sus juegos comenzó a correr pueblo a través. ... Senda siguió corriendo hasta las afueras del pueblo, rodeando la carretera del lado oeste, donde nacía un bosque viejo de álamos y algunos pinos. Una vez allí me esperó pacientemente. Yo me empeñé en volver, pero ella esperaba en el mismo lugar, y una vez me convenció de que me quedara, caminó lentamente hacia el interior del bosque. Yo le acompañé tembloroso y sudado y me cobijé bajo la sombra que proyectaban los árboles. Ella me miraba y yo la miraba a ella, si hubiera podido hablar seguramente me habría dicho: “ven, quiero contarte un secreto”, y así fue. Paró en el corazón del bosque, al lado de una pila de troncos amontonados. Se sentó y me miró intentando quizás adivinar mis pensamientos. Me llevé las manos a la cara asombrado. Decenas de galgos estaban colgados con cuerdas como si fueran banderas. Sus bocas estaban diabólicamente abiertas y sus colmillos asomaban, también alguna lengua que otra. Su piel casi era transparente y sus ojos estaban hundidos. Las patas delanteras eran las delatoras de su sufrimiento y agonía pues tenían las almohadillas abiertas y desgarradas de intentar encaramarse al árbol, y en la corteza de éste habían restos de sangre reseca. La podredumbre sazonaba aquel espectáculo y la penumbra le daba un aire de vergüenza, de amoralidad y de ilegalidad. Aquellos cuerpos no habían tenido más visitas que la mía y seguramente las de Senda en cada amanecer hasta que me la llevé a la ciudad. Sólo ella y el galguero conocían aquel lugar, sólo ella tranquilizaba a sus compañeros, a los que seguramente vio morir ahorcados uno a uno entre estos árboles. Estoy seguro de que eso era lo que me quiso decir. Pero entre todos los cuerpos balanceados por el baile mortuorio del viento vi aparecer algunos perros, con los ojos verdosos y luminosos por el reflejo de la poca luz que se colaba desde donde estábamos Senda y yo. Aparecieron desde la parte más frondosa del bosque, zarandeando los arbustos con sonido chispeante y se enunciaron en completo silencio, sin un ladrido. Entonces vi como Senda salía disparada hacia ellos sin mirar atrás y yo me asusté, porque al intentar llamarla no pude pronunciar una palabra y porque al intentar dar un paso vi que Senda seguía allí, tumbada a mis pies. Acababa de morir y su carrera con aquellas pobres almas no era más que el retorno a la libertad embriagadora de la muerte, ella era la guía, la garantía de felicidad de todos aquellos no lo habían podido ser. Recogí el cuerpo de mi amiga, templado, aún musculado y la cavé un hoyo en ese mismo lugar donde se dejó morir. Tal y como habría querido ella, denuncié al galguero, tuvo que enfrentarse a una buena multa, y di a conocer a todo el mundo la historia de estos animales en un libro que una vez fue publicado, le permitió a mis padres comprender la miseria del universo en el que estaban inmersos y era cómplices Pero no puedo descansar, porque sé que el galguero del pueblo sigue haciendo parir a sus perras, alimentándolas con miseria, ahorcando algunas y dejando a otras a su suerte y nadie, ni siquiera mi familia que tan de cerca vivió con Senda, que leyó el libro, que se enfrentaron al hombre violento que era el galguero, se muestran en contra de ello, por lo que intentaré seguir difundiendo la miseria de esos perros, que no son más que un pequeño reflejo de lo que ocurre en más pueblos de España. Seguiré paseando por ese bosque para volver a encontrarme con Senda, rodeada de una manada cada vez más extensa que me muestra con ojos dulces, son los fantasmas de la injusticia prolongada, son la manifestación silenciosa de la muerte, por ellos van todos mis proyectos, por los galgos del lado oeste.


jueves, 15 de mayo de 2008

Musica Animalista

Hay imagenes, que todos recordamos, que todos nos acordamos como nos sentimos cuando las vimos, esta es una de ellas:Juan Lado golpeando hasta la muerte a su perro, indefenso, por que el que le mataba era su dueño, la unica familia que el pobre tenia ¿que pensamos en ese momento, que le llamamos todo el pais, que rabia no sentimos cuando veiamos una y otra vez las imagenes en todas las cadenas?. Bien Lyvon se lo dijo, le dijeron lo que pensaban de el, a mi juicio quedandose muy cortos, y este buen hombre les denuncio, el juez falló a favor de lyvon y Juan Lado a vuelto a recurrir, ¿se cree esta persona que las palabras de yolanda, pueden perjudicar su imagen, mas que la infamia que cometio?

Lyvon estamos con vosotros ANIMO.

miércoles, 14 de mayo de 2008

Villabichos

Victoria Esteban se dedica a sacar todos los animales que estan en la perrera de Villafria a punto ser sacrificados, les busca hogar y residencias, todo esto lo hace ella sola, de su tiempo libre y de sus propios recursos no tiene ninguna ayuda de subvenciones economicas.
Aqui en este apartado va a subir los casos mas urgentes, para que la ayudemos a sacar adelante a esos animales

martes, 13 de mayo de 2008

firmad aqui...

http://www.efirmas.com/14772/index.html, pasaros por aqui y dejar vuestro apoyo, para que no manden al vertedero nuestra protectora

lunes, 12 de mayo de 2008

Avanzad a Tordesillas, poema de Angel Padilla




AVANZAD A TORDESILLAS

(A mis hermanos animalistas,
jardineros del mañana.)

Bellos guerreros
de la paz, avanzad a Tordesillas.

Bellos, lindos soldados
del amor, avanzad.

Sentid en vuestros pies
ese calor,
en vuestras piernas camina el toro.

Sentid en vuestra cara
ese calor,
en vuestros labios besa el aire el hocico del toro.

Sentid en vuestros ojos
ese calor,
desde detrás de vuestros ojos miran tantos ojos,
desde detrás de vuestros ojos miran toros,
con vuestros ojos miran
-lindos, bellos, bravos, mis hermanos-
los niños del mañana. Y los toros.
(Los niños del mañana son los toros.)
¡El toro es la Tierra, hermanos, hermanos, caminad
sobre vuestra madre y sonreíd al viento,
Tordesillas es su cara, tiembla y grita
y está llena de sangre,

avanzad!

Bellos guerreros, al mañana,
avanzad. Adelante.

Piedras, gritos, la noche de sus rostros reunidos: nada;
¡que vuestro gigante es demasiado alto!

El mañana os sonríe con su cara
limpia de sangre (y sus manos son vuestro camino). Adelante.

Bravos.

Lindos Vuestras banderas blancas se recordarán con
[lágrimas.

Santos.


Angel Padilla, “Poeta de los animales”, autor del poemario antitaurino “La guadaña entre las flores”, es ganador, entre otros, del II Certamen Internacional de Poesía La Garúa, del VIII Certamen de Poesía Leonardo Cercós In Memoriam, del V Certamen Internacional de Poesía La Lectora Impaciente (con el poema antitaurino “Toro de Coria”), del XVI Certamen Nacional Casc Antic 2004 de Prosa Castellana y del 1er Certamen de poesía para lecturas poéticas “Poesía en Abastos” del Ayuntamiento de Valencia.

domingo, 11 de mayo de 2008

Manifiesto ecologista








Carta del Jefe Indio Seattle
El Gran Jefe de Washington manda decir que desea comprar nuestras tierras. El Gran Jefe también nos envía palabras de amistad y buena voluntad. Apreciamos esta gentileza porque sabemos que poca falta le hace, en cambio, nuestra amistad. Vamos a considerar su oferta, pues sabemos que, de no hacerlo, el hombre blanco podrá venir con sus armas de fuego y tomarse nuestras tierras. El Gran Jefe de Washington podrá confiar en lo que dice el Jefe Seattle con la misma certeza con que nuestros hermanos blancos podrán confiar en la vuelta de las estaciones. Mis palabras son inmutables como las estrellas.
¿Cómo podéis comprar o vender el cielo, el calor de la tierra? Esta idea nos parece extraña. No somos dueños de la frescura del aire ni del centelleo del agua. ¿Cómo podríais comprarlos a nosotros? Lo decimos oportunamente. Habeis de saber que cada partícula de esta tierra es sagrada para mi pueblo. Cada hoja resplandeciente, cada playa arenosa, cada neblina en el oscuro bosque, cada claro y cada insecto con su zumbido son sagrados en la memoria y la experiencia de mi pueblo. La savia que circula en los árboles porta las memorias del hombre de piel roja.
Los muertos del hombre blanco se olvidan de su tierra natal cuando se van a caminar por entre las estrellas. Nuestros muertos jamás olvidan esta hermosa tierra porque ella es la madre del hombre de piel roja. Somos parte de la tierra y ella es parte de nosotros. Las fragantes flores son nuestras hermanas; el venado, el caballo, el águila majestuosa son nuestros hermanos. Las praderas, el calor corporal del potrillo y el hombre, todos pertenecen a la misma familia. "Por eso, cuando el Gran Jefe de Washington manda decir que desea comprar nuestras tierras, es mucho lo que pide. El Gran Jefe manda decir que nos reservará un lugar para que podamos vivir cómodamente entre nosotros. El será nuestro padre y nosotros seremos sus hijos. Por eso consideraremos su oferta de comprar nuestras tierras. Mas, ello no será fácil porque estas tierras son sagradas para nosotros.

El agua centelleante que corre por los ríos y esteros no es meramente agua sino la sangre de nuestros antepasados. Si os vendemos estas tierras, tendréis que recordar que ellas son sagradas y deberéis enseñar a vuestros hijos que lo son y que cada reflejo fantasmal en las aguas claras de los lagos habla de acontecimientos y recuerdos de la vida de mi pueblo. El murmullo del agua es la voz del padre de mi padre.
Los ríos son nuestros hermanos, ellos calman nuestra sed. Los ríos llevan nuestras canoas y alimentan a nuestros hijos. Si os vendemos nuestras tierras, deberéis recordar y enseñar a vuestros hijos que los ríos son nuestros hermanos y hermanos de vosotros; deberéis en adelante dar a los ríos el trato bondadoso que daréis a cualquier hermano.
Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestra manera de ser. Le da lo mismo un pedazo de tierra que el otro porque él es un extraño que llega en la noche a sacar de la tierra lo que necesita. La tierra no es su hermano sino su enemigo. Cuando la ha conquistado la abandona y sigue su camino. Deja detrás de él las sepulturas de sus padres sin que le importe. Despoja de la tierra a sus hijos sin que le importe. Olvida la sepultura de su padre y los derechos de sus hijos. Trata a su madre, la tierra, y a su hermano el cielo, como si fuesen cosas que se pueden comprar, saquear y vender, como si fuesen corderos y cuentas de vidrio. Su insaciable apetito devorará la tierra y dejará tras sí sólo un desierto.
No lo comprendo. Nuestra manera de ser es diferente a la vuestra. La vista de vuestras ciudades hace doler los ojos al hombre de piel roja. Pero quizá sea así porque el hombre de piel roja es un salvaje y no comprende las cosas. No hay ningún lugar tranquilo en las ciudades del hombre blanco, ningún lugar donde pueda escucharse el desplegarse de las hojas en primavera o el orzar de las alas de un insecto. Pero quizá sea así porque soy un salvaje y no puedo comprender las cosas. El ruido de la ciudad parece insultar los oídos. ¿Y qué clase de vida es cuando el hombre no es capaz de escuchar el solitario grito de la garza o la discusión nocturna de las ranas alrededor de la laguna? Soy un hombre de piel roja y no lo comprendo. Los indios preferimos el suave sonido del viento que acaricia la cala del lago y el olor del mismo viento purificado por la lluvia del mediodía o perfumado por la fragancia de los pinos.
El aire es algo precioso para el hombre de piel roja porque todas las cosas comparten el mismo aliento: el animal, el árbol y el hombre. El hombre blanco parece no sentir el aire que respira. Al igual que un hombre muchos días agonizante, se ha vuelto insensible al hedor. Mas, si os vendemos nuestras tierras, debéis recordar que el aire es precioso para nosotros, que el aire comparte su espíritu con toda la vida que sustenta. Y, si os vendemos nuestras tierras, debéis dejarlas aparte y mantenerlas sagradas como un lugar al cual podrá llegar incluso el hombre blanco a saborear el viento dulcificado por las flores de la pradera.
Consideraremos vuestra oferta de comprar nuestras tierras. Si decidimos aceptarla, pondré una condición: que el hombre blanco deberá tratar a los animales de estas tierras como hermanos. Soy un salvaje y no comprendo otro modo de conducta.
He visto miles de búfalos pudriéndose sobre las praderas, abandonados allí por el hombre blanco que les disparó desde un tren en marcha. Soy un salvaje y no comprendo como el humeante caballo de vapor puede ser más importante que el búfalo al que sólo matamos para poder vivir. ¿Qué es el hombre sin los animales? Si todos los animales hubiesen desaparecido, el hombre moriría de una gran soledad de espíritu. Porque todo lo que ocurre a los animales pronto habrá de ocurrir también al hombre. Todas las cosas están relacionadas ente sí.
Vosotros debéis enseñar a vuestros hijos que el suelo bajo sus pies es la ceniza de sus abuelos. Para que respeten la tierra, debéis decir a vuestros hijos que la tierra está plena de vida de nuestros antepasados. Debéis enseñar a vuestros hijos lo que nosotros hemos enseñados a los nuestros: que la tierra es nuestra madre. Todo lo que afecta a la tierra afecta a los hijos de la tierra. Cuando los hombres escupen el suelo se escupen a sí mismos.
Esto lo sabemos: la tierra no pertenece al hombre, sino que el hombre pertenece a la tierra. El hombre no ha tejido la red de la vida: es sólo una hebra de ella. Todo lo que haga a la red se lo hará a sí mismo. Lo que ocurre a la tierra ocurrirá a los hijos de la tierra. Lo sabemos. Todas las cosas están relacionadas como la sangre que une a una familia.
Aún el hombre blanco, cuyo Dios se pasea con él y conversa con el -de amigo a amigo no puede estar exento del destino común-. Quizá seamos hermanos, después de todo. Lo veremos. Sabemos algo que el hombre blanco descubrirá algún día: que nuestro Dios es su mismo Dios. Ahora pensáis quizá que sois dueño de nuestras tierras; pero no podéis serlo. El es el Dios de la humanidad y Su compasión es igual para el hombre blanco. Esta tierra es preciosa para El y el causarle daño significa mostrar desprecio hacia su Creador. Los hombres blancos también pasarán, tal vez antes que las demás tribus. Si contamináis vuestra cama, moriréis alguna noche sofocados por vuestros propios desperdicios. Pero aún en vuestra hora final os sentiréis iluminados por la idea de que Dios os trajo a estas tierras y os dio el dominio sobre ellas y sobre el hombre de piel roja con algún propósito especial. Tal destino es un misterio para nosotros porque no comprendemos lo que será cuando los búfalos hayan sido exterminados, cuando los caballos salvajes hayan sido domados, cuando los recónditos rincones de los bosques exhalen el olor a muchos hombres y cuando la vista hacia las verdes colinas esté cerrada por un enjambre de alambres parlantes. ¿Dónde está el espeso bosque? Desapareció. ¿Dónde está el águila? Desapareció. Así termina la vida y comienza la supervivencia....

sábado, 10 de mayo de 2008

Cachorros en adopción

1.1



2


3


5

8



13

14




16

17

Congo



Tess...














































Perros pequeños en adopción


Pelitos, un macho cruce de foxterrier de un años, ya veis una cucada de perrito que quiere irse contigo a tu casa

perros medianos en adopción

Rizos y Canela, dos perritas de menos de 2 años, muy cariñosas
Manchitas, es una hembra de un año que no servía para cazar, muy cariñosa

Leona, es una hembra de un año, me recuerda tanto a otra, que no me resisto a encontrarla una familia que la quiera tanto como se merece


Mimosa, hembra de un año, llego muerta de miedo y ahora solo quiere cazar (mimos y abrazos)



Risueña, lo era hasta que sus dueños la abandonaron, hembra de un año




Saltarina, una hembra de cruce de pastor aleman de dos años, muy cariñosa





Les abandonaron por que no cazaban y llevan mas de 6 meses aqui metidos, solo tienen un año y medio, mira sus caritas... dales un hogar






Perros grandes en adopción

Pascual, un precioso mastin de 3 años, impresionante...
Ator, cruce de mastin de 2 años.



Ulises colega del corredor de la muerte de la perrera de Burgos junto a pintas, macho de 4 años, precioso como podeis ver y fiel hasta la muerte al que le de cariño y un hogar


Que bonitooooo, Pintas un precioso Mastin de 4 años castrado, salvado de ser ejecutado en la perrera de Burgos, es muy tranquilo y mimoson, busca hogar



Capricho, macho de 4 años, tiene una de las historias mas duras y tristes de la protectora, haz que tenga un final feliz, llevalo a tu casa...




Bimbo macho 2 años con buen caracter busca familia





Aquiles, macho de 1 año, tiene buen caracter, cariñoso, busca hogar y familia que le cuide


















nos quieren cambiar de sitio...

Desgraciadamente la inaguración del blog coincide con un grave problema que estamos sufriendo por la decisión del ayuntamiento de Burgos de transladar la protectora de lugar, como se ve en el video, de ahí y dada la gravedad del asunto, que la pagina principal de este blog, sea este video y nuestro mas energico rechazo a la postura del alcalde, esperando que recapacite y que caso que inevitablemente, como parece ser, tengamos que irnos de la actual ubicación, nos encuentre un lugar donde podamos seguir haciendo nuestro trabajo, sin tener mas problemas añadidos de los muchos que se dan en el dia a dia del cuidado de los animales que tenemos a nuestro cargo.

Un saludo